Comparto este excelente artículo sobre el desbalance entre producción y consumo a nivel global en nuestro planeta.
Una invitación a tener una decidida voluntad de participar desde cada uno de nuestros lugares de trabajo y de convivencia, para que esta presión que estamos ejerciendo sobre los medios ecológicos a nivel mundial sea modificada drásticamente, y de esta forma todos contribuyamos a la sostenibilidad de nuestra especie.
La producción mundial se ha cuadriplicado en 40 años, hay que avanzar hacia la desmaterialización, la ecoeficiencia y el desacoplamiento de los recursos
Monografía "Retos para la Sostenibilidad: Camino a Río+20. Economía verde y refuerzo institucional para el desarrollo sostenible"
Consumimos mal y despilfarramos. Un hogar típico europeo desecha entre el 20 % y el 30 % de la comida que compra, unas 90 millones de toneladas anuales de alimentos.
La creciente presión que ha ejercido el modelo de producción y consumo sobre los recursos de la naturaleza y sobre la existencia de la vida en el planeta, tanto por la extracción de recursos que ofrece la biosfera y el consumo intenso de energía, como por la generación de residuos que se vierten sobre ella, ha contribuido a la insostenibilidad del proceso económico asentado en la explotación de recursos, a la vez que, se constituye en un desafío para alcanzar el desarrollo sostenible.
Para tener una idea de la importancia de esta utilización de materiales en el proceso económico y de los efectos ecológicos y ambientales negativos que provoca dicha utilización, deben tenerse en cuenta algunas consideraciones, como las siguientes: en los últimos cuarenta años (1970-2010) la producción mundial ha llegado casi a cuadriplicarse, creciendo a razón del 3,11% promedio anual, simultáneamente la población en este periodo se incrementó un 85% alcanzando 6.840 millones de habitantes en 2010 (PNUD, 2011).
También, la evolución del empleo global de materiales a lo largo del siglo XX se ha multiplicado por ocho y la cantidad anual de materiales que se utiliza en la actualidad es casi 60.000 millones de toneladas métricas (o gigatoneladas, Gt), de las cuales los países desarrollados y emergentes concentran la mayor parte, tanto por extracción nacional de materiales como por importación de los mismos.
La trasformación productiva con pautas más ecoeficientes se traduce en un desacoplamiento en el uso de los recursos y de los impactos a la biosfera con relación al crecimiento económico.
Los avances en desmaterialización y desacoplamiento de materiales a partir de los avances en la ecoeficiencia deben gestionarse adecuadamente, más aun cuando la economía verde requiere necesariamente una reducción absoluta en el uso de recursos a escala mundial, que en gran medida sólo es posible a través de inversiones en infraestructuras, capital humano y tecnologías verdes.
A pesar de la mejora en desacoplamiento relativo de recursos, los desafíos siguen siendo llamativos, en especial por la presión que ejerce el modo de producción actual, según el PNUMA, el sector manufacturero enfrenta múltiples retos para usar más eficientemente los recursos (ecoeficiencia). El PNUMA indica que «las manufacturas, son responsables de aproximadamente el 35% del consumo eléctrico mundial, más del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero y más de un 25% de la extracción de recursos primarios. Asimismo son responsables, del 10% de la demanda mundial de agua, una cifra que, según las previsiones, superará el 20% antes de 2030, compitiendo con los usos agrícola y urbano.
Más información en la monografía: OSE (2011) Retos para la Sostenibilidad: Camino a Río+20. Economía verde y refuerzo institucional para el desarrollo sostenible
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